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domingo, febrero 27

Verde.


Anaé se alejó un paso para comprobar que la pintura estaba quedando como ella quería. Mordía el mango del pincel mientras la estudiaba con detenimiento.
Su compañero de clase, el chico verde, la estaba mirando.
Sí, él era verde. Verde como los arboles que se veían a través de la ventana, verde como el color que manchaba su paleta, verde como los ojos de su abuela. A Anaé le gustaba el chico verde, por eso le había apodado así. Nunca había hablado con él. Cuando ella le miraba, el chico verde apartaba la mirada y simulaba estar haciendo cualquier cosa.
Anaé quitó con un dedo la pintura que decoraba la paleta. La acercó a su nariz hasta ponerse bizca y sonriendo lo limpió en su bata.
Sonó el timbre que anunciaba el final de la clase.
Guardó sus cosas y alisó con ambas manos su vestido azul.
Ella era azul. Sonrió. Todos tenían un color, Anaé les asignaba uno.
Ella era azul como el cielo y el mar. Como la pequeña cajita de música que escondía bajo su cama y como la manta que se echaba sobre los hombros su abuela en invierno.
Fuera la esperaba la chica blanca. El aburrido y monótono blanco. Quiso dar un rodeo y bajó un par de escalones de un salto.
Anaé!
Ella no se llamaba así, pero le gustaba creer que sí.
Saltó otro par de escalones. En la calle llovía. Se caló su boina francesa y dio un paso al frente mojando sus zapatos de charol. La chica blanca la seguía con un paraguas en la mano.
A Anaé no le gustaban los paraguas.
Aceleró el paso y sacó de su bolsillo derecho un caramelo de limón y un botón del jersey. Se metió el dulce en la boca y la chica blanco la alcanzó. No intentó cubrirla.
Llegaron al andén y Anaé tiró el botón beige a las vías. Se inclinó para verlo caer unos segundos antes de que pasase el tren. Las puertas se abrieron y entró de un salto. Los cristales estaban empañados y no pudo resistirse. Estirajó la manga de su jersey de lana e hizo un círculo en el vaho. La chica blanco la despedía con la mano. Anaé sonrió y apoyó su nariz contra el frío cristal.
Adiós, hasta mañana.


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